- P.- ¿Habéis cambiado algo para tratar de mejorar ese cuarto puesto? ¿Os ha servido la experiencia del año anterior?
- R.- La experiencia nos dice que el año pasado nos fue bien, este año estamos haciendo las cosas de forma parecida. La clave está en que cada miembro del equipo sabe lo que tiene que hacer, y no cuestiona lo que hace el resto.
- P.- ¿Qué te ha aportado el concurso?
- R.- La confianza de enfrentarte a los retos de programación con el límite del tiempo. Cambia mucho el hecho de hacer las cosas tranquilamente en tu casa, a tener que pelear contra el reloj con la presión de conseguir unos objetivos (reflexiona para sí mismo, puede que autoimpuestos). En el concurso hay 4 horas para varios problemas de distinta dificultad, hay que elegir a qué problemas enfrentarte primero, para no perder demasiado tiempo con uno de ellos. También he aprendido a trabajar en equipo.
- P.- ¿Se parece el concurso a lo que te puede esperar cuando trabajes en la empresa?
- R.- (Piensa…) Creo que no. El concurso es un juego, son acertijos que cualquiera podría resolver en su casa, hay quien hace crucigramas, pues esto sería algo parecido. Sin embargo en la empresa no se pueden elegir los problemas, simplemente te caen y ya está. No es un juego, es algo serio, no le puedo decir al jefe, “no, este problema es difícil, mejor lo hago luego”.
- P.- ¿Cómo llevas el trabajo en equipo?
- R.- Sorprendentemente bien. A pesar de que no nos conocíamos de antes hemos encajado bien. Hemos encontrado la manera de repartir los roles y de no cuestionar uno el trabajo del resto, así que, de momento, perfecto.
- P.- ¿En qué se diferencia estudiar programación de cualquier otra cosa? ¿Hace falta tener alguna habilidad especial para ser programador?
- R.- Hace falta vocación. Meter muchas horas por tu cuenta para poder dominar y jugar con todo lo que te explican. Necesitas mucha dedicación, yo creo que esto es lo que diferencia este grado de otros. Para trabajar de programador te tiene que gustar. Como habilidad, se requiere razonamiento lógico y cierto gusto por resolver acertijos y problemas.
- P.- ¿Programar requiere de ideas felices?
- R.- Requiere de experiencia, al final, todo se parece, lo que has resuelto una vez puede que vuelvas a necesitarlo más adelante. Quizá no te acuerdes exactamente pero sí se te queda la idea y aparece en el momento oportuno. Digamos que vamos haciendo una mochila de soluciones, que está a nuestra disposición cuando nos enfrentamos a nuevos retos.
- P.- ¿Alguna otra cosa de relevancia para ti?
- R.- Me gustaría comparar los ciclos con la universidad. Toda la adquisición de conocimientos y de formación es interesante, pero frente a la profundidad que ofrece la universidad, los ciclos ofrecen conocimientos muy prácticos, y en dos años puedes sacarte un ciclo, mientras que un grado universitario son 4 años. Yo, a los chicos que hacen bachillerato, le diría que la Formación profesional es un opción a tener muy en cuenta. Los ciclos, además terminan con prácticas en la empresa (la universidad empieza este camino ahora).
Se despide Yeshé diciendo, Yo espero hacer unas buenas prácticas y poder quedarme a trabajar.